Visión
Diferentes análisis indican que su visión es superior
durante la noche a la de los humanos, e inferior a la de estos durante el día.
Como los perros, poseen un tapetum lucidum que refleja la luz adicional hacia
la retina. Mientras el tapetum le otorga la capacidad de ver con poca luz. Un
gato mira todo lo que le llama la atención al igual que los humanos parece
reducir su precisión visual. En presencia de luz abundante, el iris del ojo del
gato se cierra considerablemente, reduciendo la cantidad de luz en la retina y
mejorando la profundidad de campo. El tapetum y otros mecanismos hacen que
posea un umbral de detección de luz siete veces menor que el de los humanos. La
variación en el color de los ojos de un gato producido por el flash fotográfico
se debe a la interacción de la luz emitida por el dispositivo y la reflejada
por el tapetum.
Audición
Los humanos y los gatos poseen un rango de audición similar.
Sin embargo, los gatos pueden oír sonidos a tonos mucho más altos, incluso
mejor que los perros. Pueden escuchar 2 octavas más alto que los humanos y una
octava y media más que los perros. Cuando están escuchando algo, sus orejas
rotan en esa dirección. Pueden rotar las orejas independientemente para
precisar el origen del sonido efectuado a casi un metro, con un margen de error
de 7,5 centímetros. Cuando detectan un sonido fuerte es muy probable que salgan
asustados y si no llega a ser tan fuerte simplemente repliegan las orejas hacia
la nuca.
Olfato
El sentido del olfato en el gato doméstico es catorce veces
más fino que el del humano, además de poseer el doble de células olfativas en
sus narices que una persona promedio.
Los gatos tienen sentido de la territorialidad y marcan sus
dominios con olores, que sirven para advertir a otros felinos de su territorio.
El olfato del gato además de ser muy bueno, no sólo le sirve para oler, sino
que posee otro órgano adicional, el órgano de Jacobson, en la parte interior y
superior de la boca, que le permite una vez recogidos los olores del aire sobre
la lengua, al apretarla sobre este órgano, "saborear" dichos olores.
Los gatos al igual que otros carnívoros, curvan el labio superior, encogiendo
la nariz como poniendo cara de asco, una acción que se llama
"flehming", por la cual se cree que pone sustancias químicas de
algunos olores, probablemente sexuales, en contacto con el órgano de Jacobson.
Poseen cerca de una docena de cerdas sensitivas denominadas
"vibrisas" en el labio superior y algunos en las mejillas, sobre los
ojos y en el mentón. Eventualmente, estas cerdas también pueden encontrarse en
la muñeca y las cejas. La raza Sphynx puede llegar a carecer completamente de
vibrisa. Estas cerdas transmiten impulsos eléctricos relacionados con
impresiones táctiles a la región somatosensorial de la corteza cerebral,
también denominada "región de barriles". En el cerebro, cada vibrisa
tiene asignado un barril, el cual es un conjunto de neuronas corticales
morfológicamente relacionadas con una columna cortical funcional.
El gato tienen un sentido del gusto muy selectivo,
proporcionarle una medicina mezclada con su comida, puede resultar una tarea bastante
difícil, ya que normalmente es capaz de detectar cualquier aditivo en su
alimento. Los gatitos nacen con buen paladar, pero el sentido del gusto
disminuye con la edad. Es por esto a que a veces los gatos muestran poco
interés en la comida, y tienen fama de ser tan delicados. Las papilas
gustativas se hallan en la punta, los lados y la base de la lengua, pero no son
sensibles al sabor dulce. La lengua del gato es un músculo versátil, puede
formar una "cuchara" para beber agua, contiene papilas ásperas para
sujetar la presa y para lavarse, y además es tan sensible como la piel de la
nariz y las almohadillas plantares, puesto que contiene extremos de nervios
sensitivos.
Los sentidos del olfato y gusto están muy unidos en el gato,
ya que el conducto nasal desemboca en la boca, moléculas de olor son recogidas
del aire sobre la lengua, y al apretar la lengua contra el órgano de Jacobson,
transmite señales a los centros nerviosos en la región del hipotálamo,
relacionados con el apetito, y comportamiento sexual.
El gato, posee una especie de sexto sentido, que le permite
presentir peligros naturales como inundaciones y terremotos, notar el
acercamiento de una persona enemiga, o intuir los sentimientos de un hombre,
esto muchos le buscan explicación debido a la perceptividad por su
electromagnetismo animal y a sus bigotes, las sensibles vibrisas, que junto a
los pelos del cuerpo pueden recibir, incluso a gran distancia, sensaciones que
escapan a los cinco sentidos normales.
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